sábado, enero 28, 2006

Sofocón

En estos días no hago más que pensar en cómo reconciliar las partes... : la escritura, la vida cotidiana (esa que va de la casa al trabajo y del trabajo a la casa) y los momentos de expansión y regocijo. ¿Cómo se puede conciliar en este mundo el hecho de ser una mujer heterosexual, soltera, con iniciativa y a la que le gusta bailar? Podría definirme como una mujer "sincrética afectiva", según términos de Susana Balán, es decir, habitada por las paradojas: seria a la hora de trabajar, alegre por definición, con capacidad para divertirme y disfrutar en malón, pero íntegra en el amor y, sin ser excesivamente compleja, tampoco nada simple... Sería más fácil sin la mirada de los otros. Pero los otros están, están ahí, esperan, suponen y yo supongo que suponen y que esperan y al final uno (o los otros, o todos) se termina equivocando, nos terminamos equivocando. O no, tal vez no. ¿De qué hablo?, tal vez se pregunte Esteban, que quiere saber y saber. No hay nada que saber, ningún misterio. Solamente puedo decir que los días son turbulentos, llenos de deseos para el futuro. Es sabido que enero en Rosario es como una hibernación con calor, claro. Un mes para dormir, leer, chapotear, morfar y demás actividades recreativas y placenteras, y también un mes para pensar, acomodar la agenda, prepararse para caminar un año, sin saltos, paso a paso. O no, tal vez no.
.... .... ....

"Uno es uno y sus circunstancias", "Todo acto privado también es político". Diario críptico este que escribo aquí, diciendo para no decir.
Yo tenía un diario íntimo, lo tengo todavía. Un cuadernito azul que hace mucho tiempo no visito. Algunas páginas de ese diario las reescribí y publiqué en la antología "Dodecaedro de poetas" y también en la segunda edición de la revista espiralnética (linkeada aquí). A ver qué les parece.

domingo, enero 22, 2006

El sol

Entre tanto descubridor de la pólvora y del chocolate, voy caminando, por ahora observo, trabajo adentro, implosionando... de a poco saldaré mis deudas, sobre todo conmigo misma, de a poco me iré apartando del tono confesional que este blog ha ido adquiriendo para mi disgusto. Por ahora, paciencia...

miércoles, enero 18, 2006

¿Qué es...

el amor? Saint-Exupery decía que no es mirarse el uno al otro, sino mirar los dos en una misma dirección.

Tal vez sea así... tal vez lo sea

martes, enero 17, 2006

Aire

Desde hace algunos días, desde el 9 de enero para ser más precisos, rige en la ciudad de Rosario (y creo que en toda la provincia de Santa Fe) la ley antitabaco gracias a la cual no se puede fumar en los lugares cerrados de uso público (bares, dependencias oficiales, restaurantes, comercios y un largo etc). Entiendo perfectamente la algarabía que esto generó en los no-fumadores y en las no-fumadoras que están hartos y hartas de respirar los residuos de los vicios ajenos. Yo misma fui no-fumadora hasta hace poco más de dos años (sí, sí, me agarró de grande, qué se le va a hacer) y era bastante intolerante con el asunto. Pero ahora veo las cosas de un modo un tanto diferente y me pregunto qué van a hacer dentro de unos meses, cuando el calor se vaya y en los bares ya no se pueda fumar ni en la vereda. ¿Qué van a hacer con la furia de los dueños de los bares, restaurantes, maxi-kioskos, paradores de las estaciones de servicio y afines cuando baje notablemente la facturación de los locales dado que los fumadores comenzarán a permanecer menos tiempo en esos lugares? ¿Qué pasará entonces con las instancias comunicativas que el relax del café y el cigarrillo favorecen cuando termina una alienada jornada laboral o se abre un ratito en la agenda para un encuentro o para la meditación solitaria? Más teniendo en cuenta que dicha legislación no hace lugar a la posibilidad de que se habiliten bares exclusivamente para fumadores. Ojalá que la respuesta sea que se abrirán nuevas instancias y espacios de encuentro y de comunicación para todos, pero lo cierto, es que lo dudo bastante...

jueves, enero 12, 2006

Mar y pesca

Es notable lo mucho que me gustan los dichos populares, esos que el Chapulín Colorado daba vuelta una y otra vez. Él ponía en duda así su sabiduría y efecto en los acontecimientos adversos que podían superar toda verosimilitud , en los acontecimientos extraordinarios que en cualquier momento podían acontecer y transformar una vida. Y qué divertido era su error repetido. Pero nada divertido es ver al pez muriendo por la boca. Aunque no sea trágico, es triste, es una muerte banal en las aguas del lenguaje y del coloquio.

Ya no quiero ser un pez, nunca más.

miércoles, enero 11, 2006

Ya está bien de melancolía. "Yo no lloro más", ya lo dijo Mimi Maura.
Mi corazón entero, mi corazón, ya me lo comí, lo asumí, lo asimilé, lo digerí, lo integré a mí. Aquí estoy, no a la intemperie, sino de pie en el mundo. Soy, estoy, latiendo, íntegra a pesar de todo lo que pude haberme escarnecido.

Cierro la ventana a la exposición.
Antes, cuando era mucho más joven, creía, como Oscar Wilde, que el artista debía hacer una obra de arte con su propia vida. Hoy no estoy tan segura. Pero tampoco creo que el arte deba ser un trabajo de oficina, sino un caminar en el filo, como "el de la gata en la mesa del perfumista"

lunes, enero 09, 2006

No es silencio, es silencio

A veces uno se equivoca. Se equivoca feo para con uno mismo, se juega en contra. Es terrible darse cuenta de eso: que uno arriesga todo por miedo, que es lo mismo que por nada.
Esto me hace acordar a la lectura que con Aldo Oliva hacíamos de algunos pasajes de los Evangelios Apócrifos, ante los que el viejo concluía: "la palabra, da vida, pero también, la palabra, mata"
¿Y cómo salir del encierro involuntario pero autoimpuesto?¿Cómo salir del turbulento silencio?
Ya... ya... a veces es necesario un poco de silencio para llamar al silencio, para irse del ruido.
Basta de autocontemplación y autocomplacencia.

viernes, enero 06, 2006

Lectura

Han pasado algunos días desde mi último posteo, y las lecturas del contador de visitas me han dado una noción extremadamente fuerte de la lectura de la página. Ahora, para soltarme, tengo que olvidarme un poco de esa presencia suya. Entonces, volveré a postear algo más interesante que una reflexión como esta, que no deja de ser un pensamiento en voz alta acerca de algo en lo que pienso mucho desde hace ya bastante tiempo: la lectura