jueves, junio 13, 2019

Caudal de gratitud




El pasado sábado 1 de junio Grito Manso Editorial estuvo en Rosario y desde Mendoza trajo Caudal, mi nuevo libro. El Almacén El Trocadero nos abrió las puertas de su local de Santiago 989 para la celebración.


Las fotos son de Manuel Costa, fotógrafo de La Masa Cooperativa de Prensa, excepto donde se indica. 


















Gonzalo Córdoba Saavedra, de Grito Manso Editorial



Primera etapa de lectura











El texto que aparece más abajo es de Belén Campero, quien con estas palabras comentó generosamente el libro.






Cuando irrumpe la noche (...) 
quedan espacios donde
la luz permanece


Palabras de María Belén Campero sobre 
Caudal, de Mercedes Gómez de la Cruz


Caudal guarda la memoria del agua, es un libro que habla de ella, de la cantidad de agua que fluye.
Habla de lo que tenemos y de lo que se va, y por eso sobre todo de lo que no es posible acumular.
Caudal presenta los ciclos únicos, los habita, les da un lugar, los hace fluir.


Cada viviente posee singularidad, como “ese fruto que a veces muere sin una boca”. Y esa singularidad tiene un hábitat (oikos, en griego) particular. Todos —los vivientes— tenemos un refugio adonde ir, escapar del peligro y sobrevivir. Y Caudal es uno de ellos.
Escribir hospeda a la naturaleza. Caudal nos muestra esa hospitalidad, nos hace detener en el punto justo para mirar, solo eso, para poder luego aprender de memoria la pura interioridad, dice Derrida del poema.


Están ahí la luz del sol y los pájaros, pero también el propio cuerpo marcando las horas de lo posible, el-paso-del-tiempo.
“Algo de mí/hay en todas partes”
No tenemos que olvidarnos del sonido del silencio presente y constante en la obra, podemos sentir el ritmo en la recuperación de esa escucha.
“¿Decir madurez es pensar en un fruto? O ¿es pensar en el tiempo en que nos llevó aprender el silencio?”
Hay un juego establecido, un permiso, entre el todo y el vacío que nos invita a reinventar el mundo. Mercedes dice: “el silencio es el rastro de lo desconocido”


El poema es el eco en el que las palabras pueden decirse de otro modo, sostiene Maillard. Lo poético deja toda explicación sin efecto.
Caudal nos encuentra con una naturaleza que se mueve, que podemos hacer nuestra, una naturaleza a la que el aire le impone hacerse flexible, inestable y que no se deja reducir a la fijeza de una sola forma.
“Conozco mi animal” Ella, conoce su casa y persiste “aunque en la selva/ conviva con la espina”.






Finalmente, Maia Morosano cantó a capella Luna Cautiva, interpretada entre poemas. Y Tomás Boasso interpretó "La cucharita de café", una intensa canción de su autoría, todavía inédita.

















Después, acompañades de buen vino y las riquísimas empanadas de la cocina de El Trocadero, improvisamos una peña.







Ernesto Ávila cantando un tema de Alejandro del Prado









Manuel Costa, canta el clásico El Cosechero 
junto a Fer Gómez de la Cruz
(foto:M.G)

la fotógrafa Giselle Marino y la escritora María Paula Alzugaray
conversan en el patio de El Trocadero
(foto: M. G.)




aquí, con el poeta Federico Llera y el Ave
(foto: Almudena Ávila)



Gonzalo Córdoba Saavedra en acalorada charla con Alejandro Gómez de la Cruz
(foto: M. G.)


selfie con les poetas Patricio Raffo y Alicia Salinas





selfie con Giselle Marino, 
María Paula Alzugaray 
y Alicia Salinas










GRACIAS por compartir esta alegría



Pueden encontrar Caudal junto a todos los títulos de Grito Manso Editorial en los siguientes puntos de venta:

Mendoza: