viernes, marzo 31, 2006

Cada día

al fin
a quién le importa
tu biografía

La puja por el aumento del boleto, y su consecuente paro de colectivos, no permite trasladarse por la ciudad de manera habitual. La bicicleta no es una opción para un habitante que vive en un barrio distante 12 km de su trabajo, y que para llegar en condiciones, tiempo y forma a cumplir con su obligación, tiene que sortear obstáculos como automovilistas enloquecidos, baches, pozos, cercas de obras de bacheo que nunca se terminan y la posiblidad (no tan remota) de ser empujada con fines de substracción del rodado en cuestión.
Una gota en el mar. Esto es una gota en el mar. ¿Pero qué? ¿Acaso el mal de muchos no es un consuelo de tontos? Una trivialidad que se deja pasar, se suma a otra trivialidad que se suma y transforma lo cotidiano en un infierno.

Otras cuarenta y ocho horas de paro de choferes esta semana (tercera semana) en Rosario. Los choferes quieren un aumento de salario, los empresarios, para dárselo, quieren un aumento del boleto. Los usuarios estamos hartos.
Querrán tal vez que la comunidad se canse y hasta pida, por ese mismo cansancio, la suba del boleto.
Espero que no. Espero que no.

jueves, marzo 23, 2006

Marzo

Posteo en plena autocrisis blogger. Ultimamente puedo leer páginas, pero poco intervenir en esta.
Los blogs argentinos que visito están dele hablar del 24 de marzo, como todos en la calle, en todas partes. El 24 de marzo de 1976, yo tenía poco menos de dos años. De manera que pasé casi toda mi primera infancia durante la dictadura. Eso hace que sea reticente a hablar de política. Todavía no termino de leer la edición del suplemento Ñ del sábado pasado. Lo leo lentamente.
Hace algunos días, un taxista me comentaba de su indignación por la declaración del feriado del viernes próximo. Él sostenía que no debería ser feriado, sino un día de trabajo porque, cito: "en este país se está perdiendo la cultura del trabajo. Ese día los chicos tendrían que ir a la escuela y hablar de lo que pasó" (fin de cita)
Pienso en una página impresa íntegramente en negro. Una página fallida, mal diseñada, con demasiadas líneas, con la tinta agolpada, sin matices. Pasión. Pasión. Pasión, en términos de pathos. Y el agua que quiere lavarla no hace más que manchar.

viernes, marzo 10, 2006

8 de marzo...

Suele haber un rastro de cada caída en algunas células. También la información química de cuál ha sido el alimento ingerido en cada etapa de la vida. Esto último queda en los huesos. Pero hay otras marcas, otras que no se ven tanto, otras que de vez en cuando emergen como un moretón tardío y permanecen en un tic, una mueca, un rictus en la comisura de los labios.
Como mujer he sido educada, y como tal, y como católica, he sido criada, y amansada: para amar tanto al amigo como al enemigo, para acariciar pero también para poner la otra mejilla, para tener piedad con el impío, para ocultar mi sonrisa de felicidad y ser así discreta ante el dolor de los demás, para ocultar mi propio dolor y no opacar así la felicidad de los demás. Fui educada, como la enorme mayoría de las mujeres, para soportar la responsabilidad de las derrotas y consolar los dolores de aquellos seres amados, para sentir alegría con sus logros, pero siempre con un paso al costado. Fui educada para dar y dar y dar: comprensión, apoyo, solidaridad, seguridad, abrazos, y debía, sí, debía, sentir gozo por el sólo hecho de hacerlo, sin pedir nada a cambio, porque debía, sí, debía, encontrar en la dádiva mi propia alegría.
Debería olvidar todo eso, o simplemente dejarlo de lado cuando fuese necesario. Balancear un poco las cosas. Dormir más tranquila, sin velar tanto del sueño de las suceptibilidades de quienes están alrededor.
Tener una completa metanoia.

Y el día de la mujer, no debería ser ninguno. O acaso existe el día del hombre?

Que cada día sea humano, que cada día sea humano

jueves, marzo 02, 2006

Internalis

Más allá del eco de los tambores, la vida continúa. Más acá. La magia del presente es igual a su pavor: las cosas son como son. Y agrego, parafraseando a San Martín: la independencia política es imposible sin la independencia económica.

Esto se aplica a todos los órdenes de la vida.