lunes, julio 04, 2016

Esos lugares a los que siempre nos gusta volver



"Todos podemos hacer un playlist de nuestras canciones favoritas. Rara vez ese canon personal, gestado al calor de experiencias, necesidades y gustos, coincide con la música que pasan en la radio o anima una fiesta. Con la literatura sucede algo parecido. Por eso advertimos que la nuestra es apenas una selección de las muchas posibles, que debe circunscribirse a los límites espaciales de este suplemento –las exclusiones son inevitables–, y que dicha selección podría modificarse, alterarse, también con buenos y sólidos argumentos. Nuestra breve selección incluye a hombres y mujeres nacidos antes de la década del cuarenta, cuyas obras, producidas total o parcialmente en nuestra ciudad, dialogan con las escrituras del presente —no sólo las que se producen en Rosario—, que aún convocan la atención de críticos, profesores o editores interesados en reeditarlas o publicarlas por primera vez" 



(...) ...."el impacto de la obra de Beatriz Vallejos resulta evidente en poetas alejados por estéticas, lugares de residencia, edades diversas. La rosarina Mercedes Gómez de la Cruz (1974) publicó en 2015 Soy fiestera, su poesía reunida en formato e-book, a través de Fiesta Ediciones. Sus palabras iluminan el modo sutil con que una obra puede acusar ecos de otra: "Conocí a Beatriz Vallejos escuchándola leer en el Festival de Poesía de Rosario, en 1995. Su voz diciendo María, un corderito blanco tenía me emocionó y la leí. Un día la llamé por teléfono —yo era muy joven y arrojada— y me recibió en su casa del centro para hablar de poesía. Ella nació en 1922 y es una poeta de todos los tiempos. Su trabajo artesanal sobre la imagen y la palabra como un cuenco —recipiente y alfarera a la vez— influyeron e influyen en mi modo de trabajar el verso. No se trata para mí de buscar un resultado similar ni en extensión ni en motivos ni temas del poema, sino que su influencia está en el encuentro del peso con la tensión poética: la formación de una danza de sentidos, la coreografía de un universo en el poema". 

Gracias Diego Colomba
por invitarme 


a pensar para esta nota del suplemento Más 
del diario La Capital