viernes, julio 29, 2005

Pathos

Marguerite Yourcenar dijo que no se siente pasión por quien se ama ni por quien se respeta.

Lapidaria, sin duda.

Al leer tan rotunda afirmación, una clienta de la librería y yo, llegamos a la conclusión de que se llega a la pasión después del amor, o a través del amor. Al menos, al amor apasionado-no-destructivo. Ambas nos mirábamos recordando cada una nuestras vidas. Dos desconocidas reflexionando hacia adentro sobre los minutos trascendentes de nuestros corazones... Algo perturbador, cercano a la exposición, y por lo tanto, a la debilidad. Pero creo que la fortaleza radica en no temer a la propia debilidad, sino en saber convivir con ella y ocultarla, replegarse, en el momento preciso. Eso sucedió. Ella eligió su libro. Yo hice mi tarea. Y guardo conmigo las palabras de Yourcenar, para recordarlas de ahora en adelante.

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