No paro de preguntarme quién le ha hecho creer a la orda que para bailar hay que estar borracho/a y/o drogado/a. La euforia y las endorfinas pueden ir de la mano de la determinación, porque 2+2 es = 5 Porque yo quiero. Porque es así, ¿o no?
Hace un par de sábados, con unos amigos en "Luna", comprobé una vez más que la pasión y la alegría por la danza pueden espantar a más de uno. Sobre todo a aquellas personas que temen el ridículo: nos miraban con ojos desorbitados, mientras nosotros bailábamos con alegría y sin mirar quién hacía qué.
Definitivamente, la pasión está mal vista por esta civilización. Aunque sería mejor encontrar otra palabra para nombrar lo que hace que uno se exalte sin control y sin que medie sustancia alguna:
¿fascinación?¿enamoramiento?¿exaltación?¿zarpe?
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