De regreso de la espera, escribo...
Ah... cómo retomar las notas de este blo(ck)g sin ser autobiográfica? Cómo hacerlo si he sido golpeada y conmovida por una ciudad de 25 millones de habitantes y una geografía descomunal? Cómo hacerlo si cada paso que dí en el distrito federal de México pisé un recuerdo decisivo de historia latinoamericana?
El presente allí es como el polvo en un rayo de luz: suspendido en la eternidad. Porque a pesar de la velocidad de lo cotidiano, del tráfico infernal, los ruidos, la multitud, el tiempo parece detenido, quietísimo en el polvo de la ciudad y sus restos antiguos.
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