jueves, septiembre 03, 2015

Canto

Foto: Mariana Terrile

Era septiembre y me invitaron a leer mis poemas en Ciclo Timia. En ese tiempo mi hijita ya tenía dos años, igual que el ciclo que todos los martes se celebra en la misma esquina de Rosario, frente a la Plaza de la Cooperación. Organizado por Pablo Castro Leguizamón, Erika Arístides y Fabricio Simeoni, la propuesta del ciclo era (y sigue siendo) dinámica y alocada. Así que feliz yo de tanta libertad me propuse hacer lo que nunca había hecho: cantar en público. 
Le pedí a Ernesto Ávila -mi compañero y padre de mi hija- que me acompañara tocando la guitarra y me siguió en el entusiasmo. Probamos con algunas canciones que me gustan y finalmente derivamos en un breve repertorio de dos temas: uno es "Canción de amor", compuesta para la ocasión con música de Ernesto y letra de un poema mío del mismo título que integra el libro 100 muñecas. El otro es "Celebrar", de Las Blacanblus. 
Pautamos la fecha de la lectura para el martes 22 de octubre de 2013. 
Pasaban las semanas y avanzábamos en la tarea de probar los temas y ensayar. El único que sabía que cantaría esa noche era el negro Pablo Castro, yo quería que fuese una sorpresa para Fabricio. Me imaginaba que se reiría mucho de la ocurrencia y de mi arrojo. Nos conocíamos desde hacía más de quince años y compartimos muchísimos proyectos y momentos en todos ese tiempo de amistad. 
Los días pasaban y en el camino, Fabricio murió. La noche del evento hacía apenas una semana de su muerte. Me sentía triste y también convocada más que nunca. El lugar estaba repleto de gente que lo quiso y que lo quiere y además esa noche se reunieron firmas de apoyo al proyecto que finalmente se aprobó para que el pasaje Zabala (ubicado a altura de Mitre 343) pasara a llamarse como hoy se llama Pasaje Poeta Fabricio Simeoni.

Ciclotimia sigue, en la misma esquina, en el mismo bar, ahora comandado también por María Victoria Noya.

Aquel martes largamos sin probar sonido por cuestiones que no vienen al caso. Había mucho ruido en el lugar y nos costaba escucharnos, además de los nervios típicos y todo eso. 

La filmación la hizo Javier Ávila. Y acá está. 

Acá estamos, cantando.





No hay comentarios.: