jueves, febrero 16, 2006

Regreso

Acá vuelvo, después de mucho dormir y descansar del silencio artificial de la computadora.
Lo necesitaba: tomar sol... dormir... leer...

Leer... es la pregunta que vuelve y da vueltas en mi cabeza una y otra vez... El domingo leí en el suplemento Señales del diario La Capital, de Rosario, una nota de Carlos Bernatek sobre concursos literarios (http://www.lacapital.com.ar/2006/02/12/seniales/noticia_268353.shtml). Allí, entre otras cosas, se refiere a dichos concursos como parte integrante del marketing del negocio de la industria del libro. Desde luego, esto no es ninguna novedad. Pero también hace referencia a los concursos literarios organizados por el Estado (ya sea municipal, provincial o nacional) y a su eficacia relativa para poner en circulación una obra a la hora de hacer efectivo el "premio publicación" en tiempos óptimos, esto está expuesto como consecuencia del recorte presupuestario que constantemente padecen las dependencias de cultura.
Entonces pienso, un rato, no mucho, que continuamente se dice que la gente no lee, que los jóvenes no leen. ¿Quién puede afirmar algo semejante? Alguien que no puede vislumbrar todavía que lo que se lee poco (no nada, sino poco) son libros. En cambio sí se leen suplementos deportivos, páginas web, blogs y un extenso etc. Pero, redoblo la pregunta: ¿Qué es leer? ¿Sólo se leen textos? Digamos que el concepto de lectura se puede ampliar más todavía (no es nada nuevo tampoco, pensemos en Barthes y en Kristeva, por citar algunos) Consideremos lectura toda interpretación o asimilación del sentido y hagamos entrar películas, fotos, obras de arte, dibujos animados!!! Toda lectura implica un proceso de identificación, ya sea positiva o negativa, con la historia y al menos uno de sus personajes, generalmente, con la figura central, que en ocasiones no es otra que la figura del "héroe". Así, los países más desarrollados del mundo no subestiman ninguna manifestación cultural, ninguna! Pensemos en Japón, por ejemplo, que ha sabido crear al menos dos generaciones de ingenieros en electrónica y en robótica con la proyección de "Mazinger Z" y de "Robotech", ambas tiras de altísima poesía épica... O al menos una generación de futbolistas dignos de entrar a un mundial, como sucedió con la tira "Los Supercampeones", también super épica, y los chicos que jugaron en la selección japonesa de Corea-Japón. Tan épica como los relatos del suplemento "Ovación". Y estoy dando sólo un ejemplo...
El imaginario de una sociedad se construye en cada rincón de lo cotidiano, no sólo en los libros de poesía o en las novelas o relatos que grandes mentes y grandes sensibilidades puedan brindar. No estoy diciendo nada nuevo, no no. Ninguna novedad. Ordeno ideas, solamente, porque de vez en cuando está bueno rumiar sobre el lugar común.

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